La diálisis ha permitido a pacientes con enfermedad renal crónica terminal (ERCT) tener una mejor calidad de vida y posibilidad de esperar un transplante renal. En número de pacientes de diálisis aumenta un 10% por año, convirtiendo los accesos vasculares para hemodiálisis en una de las intervenciones más frecuentes en cirugía vascular.

Fistula radiocefálica en la región de muñeca de MMSS para hemodiálisis. Detalle de la unión entre arteria radial y vena cefálica, con la turbulencia que provoca el murmullo característico.

Uno de los factores que influye en la supervivencia de los pacientes en diálisis es el tipo de acceso vascular utilizado. La fistula arteriovenosa interna (FAVi) aumenta la supervivencia. En las diferentes guías nacionales e internacionales sugieren que se debe crear la FAVi cuando presente un aclaramiento de creatinina por debajo del 25ml/min. El intervalo entre la realización de la FAVi y la hemodiálisis permite la evaluación, intervención quirúrgica , maduración y posible revisión sin necesidad de un catéter venoso central.

Para su realización se realiza una entrevista de los antecedentes del paciente, exploración física y una ECODoppler de extremidades superiores.