La isquemia crónica de los miembros inferiores es la expresión clínica de la progresiva disminución del aporte de sangre. Existen casos en los que se afecta la funcionalidad y aparece la claudicación isquémica o isquemia funcional; y en otros en los que se compromete la viabilidad de los órganos o tejidos. En este último supuesto se habla de isquemia crítica.

El origen de esta enfermedad que afecta a las arterias es la denominada arteriosclerosis. Es una enfermedad generalizada y difusa, capaz tanto de crear zonas de estrechamiento (estenosis) como dilataciones (aneurismas) de las arterias tronculares.

Los factores de riesgo cardiovasculares son un acelerante de la enfermedad ateromatosa. La realización de ejercicio físico y una dieta equilibrada puede modificarlos.

Un diagnóstico precoz y una identificación con un adecuado tratamiento de aquellas circunstancias acelerantes, los denominados factores de riesgo, es uno de los mecanismos de más relevancia para evitar la progresión y complicaciones de la enfermedad.

Entre los factores de riesgo más relevantes tenemos: 1)Tabaco, 2)Diabetes Mellitus, 3)Hipertensión arterial, 4)Colesterol y 5)Edad.